martes, 13 de diciembre de 2011

Nuevo Gabinete: Continuismo y militarización

Se acabó la era Lerner. Esa era en la que al menos tenían la delicadeza de mecerte, es decir, escuchar tu reclamo mas no cambiar de posición. La era en la que podían llamarte a ir a la PCM, varias veces, para decirte que tenías razón pero que por ahora nada se podía hacer. La era en la que te decían que lamentablemente habían contratos ley, acuerdos comerciales y estrategias de lucha combinadas con otros países y por lo tanto el gobierno se hallaba amarrado de pies y manos. Se acabó la era de los funcionarios rosados que se vistieron de Ollantistas por aquella táctica de ir cambiando las cosas desde adentro. Terminó la era de las dos posiciones dentro del gobierno. No más Tapias incomodando con sus comentarios, no más José de Echave filtrando verdades, no más Manuel Dammert comiéndose los sapos, no más Isabel Coral con nauseas en la PCM, no más Julio Castro defendiendo a quienes median el momento para expectorarlos, no más Eguiguren contrario al indulto al genocida de DIROES, no más diálogo, no más disidencia contra el programa neoliberal. La derecha impuso su estilo y fiel a éste, se necesita de la estrategia del balazo a lo Andahuaylas, Huaraz, Cajamarca o Cañete.

Necesitan, ahora que traicionaron al pueblo, ahogar las luchas con la vieja táctica de la victoria por cansancio en las negociaciones que imponen la política del saqueo, de las detenciones arbitrarias y del estado de emergencia. La era Lerner se va, como una de las más cortas. Cuatro meses de paseo, con un gobierno que seguirá las huellas de García, Toledo y Fujimori, con la represión para imponer la continuación del neocolonialismo contra la que el pueblo viene luchando en las calles y las ánforas desde siempre. Y llega la era de Oscar Valdés, que llega con los antecedentes de casi 100 baleados en los conflictos y la imposición de un estado de emergencia que le generó el premierato actual, sin dejar de sumar a esto la detención cavernaria contra Saavedra, uno de los líderes de las protestas en Cajamarca.

Pero Oscar Valdés tiene doble motor y motivo para ser el que encarne la avanzada represiva del régimen: aparte de ser militar, es también empresario minero. Como militar ha estado en dos ocasiones en la Escuela de las Américas, donde se formaron todos los torturadores, tiranos y asesinos de América Latina por órdenes gringas. Como empresario entre 1998 y 2002 fue Presidente de la Cámara de Industria, Comercio y Producción de Tacna y estuvo en las ramas de hotelería, molineras y al mando de una mina de oro. Así que si alguien está esperando juego limpio de este caballero, pierde su tiempo.

Es importante señalar las reacciones de varios sectores que ante esta alarmante situación abandonan a Ollanta por su traición: La CGTP ha dicho hasta aquí nomás y bases nacionalistas de todo el país comienzan a organizarse contra el que hasta junio encabezaba el cambio en el país. Hoy quienes lo llevaron al triunfo harán respetar su voto cueste lo que cueste.

También y poco observado es lo que sucede en el Congreso.

Dentro de la bancada de Gana Perú, las fisuras de ayer son fracturas hoy. Mientras el Ejecutivo mandaba detener a Saavedra, al menos cuatro congresistas con Javier Diez Canseco a la cabeza iban a rescatarlo de la DIRCOTE. Hoy después de la “invitación al retiro” de los rosados del gobierno y con la entrega del gobierno a los deseos de las trasnacionales y el Imperio, serán varios congresistas de provincias los que estarán en los zapatos de los cajamarquinos en cualquier momento. Y tendrán que elegir sobre los hechos entre cualquier obra de poca monta a cambio de su silencio o complicidad a favor de irrespetar las promesas de campaña. Y eso lo sabe la derecha que hoy gobierna y anda buscando nuevos amigotes en otras bancadas para continuar con este despelote de gobierno.

Y encontró eco en las bancadas de los perdedores. Toledo y sus muchachos con rabieta de por medio se coloca a la izquierda de Ollanta. No recibió ministerios e indica que si se militarizan los problemas no tendrán votos chakanos. Ensimismado Toledo sueña con ser el sucesor de Ollanta si el pueblo le corta la cabeza por traidor y represor. Pero en cuanto a los votos congresales para la continuación del neoliberalismo, los toledistas serán aliados del gobierno.

Los PPKausas están en el gobierno. Sus “técnicos” gobiernan. Sus políticos tienen la tarea entregada en la embajada gringa que ahora defiende al régimen con sus declaraciones mensuales. Estos, cual drogadictos, querrán más y más dosis de poder para que nos convirtamos en colonia oficial de los EEUU. La política del garrote y la cárcel es lo único que entienden cuando de los derechos del pueblo se trata y no lo ocultan además. Mano dura le dicen, orden le llaman y gobierno fuerte exigen y se van saliendo con la suya.

Ollanta igual Keiko

Los fujimoristas andan buscando el indulto y todo huele a que al menos este gobierno oído les está dando. Se hablan de documentos que vienen y reuniones que se dan, se habla también de una fuerte campaña mediática que viene con sello estatal. Y la cara post orgásmica que Keiko pone cuando la prensa le toca el tema es bastante elocuente. Con ellos y los apristas, toledistas y PPKausas (sumándole los que no quieren perder privilegios en la bancada de Ollanta) este gobierno tendría mayoría para que nada cambie. Y para tapar lo de ayer, para que tapen lo de hoy y los próximos años. ¿Vieron al Presidente de la Megacomisión, que tiene que ver la corrupción del gobierno de García, irse de viaje a un evento de chamanismo, cuando aquí no ha movido ni un dedo en una comisión más golpeada que combi asesina? ¿Qué cosas, no? Entonces ya entendemos por qué Mulder anda a mandíbula batiente con el gobierno.

En el fondo, estos grupos políticos más viejos y con más trajín que Ollanta, saben que si Ollanta va por el camino que ellos le trazan terminará como Lucio Gutiérrez en Ecuador. Así que acuerdan tras bambalinas intercambiar las corruptelas del ayer por las del hoy, apoyan con votos y pronunciamientos para que el modelo sea intocable, pero políticamente se le irán distanciando cuando los muertos comiencen a llegar y las mayorías con su repudio sean inocultables, para ver que pescados sacan de este río revuelto.

El nuevo Gabinete ha marcado la raya en el piso, con claridad: Ellos por la continuación del remate de las riquezas a sangre y fuego, militarizando las zonas de conflicto y el pueblo defendiendo lo que es suyo, su soberanía, la naturaleza, y el programa que ganó la elección.

Ollanta, un traidor que terminará en el basurero de la historia junto a sus antecesores, no entiende que el pueblo sabe votar pero también botar. Que el pueblo va aumentando sus fuerzas en la combinación de todas las formas de lucha y no se detendrá hasta conquistar todos sus derechos y sus sueños, hoy confiscados por la estafa electoral. El pueblo está dispuesto a pagar el precio de su libertad. Que no tengan duda alguna los alfiles del imperialismo.

Hasta la victoria siempre

Guillermo Bermejo Rojas.

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