Yo he notado una alta desorientación de la derecha peruana. Será que su modelo económico agotado ya, terminó agotando también a sus representantes. Sus peleas en primera vuelta demostraron su angurria y que en el Perú la derecha no está organizada en partidos políticos si no más bien en mafias que defienden sus intereses de socios, como lo hacen las pandillas con sus territorios y sus turbios negocios.
Y lo peor que le podía pasar a la derecha es que la que pasara a segunda vuelta sea Keiko Fujimori. La representante del criminal gobierno de Fujimori y Montesinos, que además de ser una pésima congresista, tendría que cargar no solo con el bulto imposible de llevar del pasado y presente, si no también con las mismas caras de los 90. Algo así como el regreso de los muertos vivientes.
Tan desorientadas anda la derecha que parece no aprendió la tremenda lección de las elecciones del 2010. El pueblo esta a la izquierda y acusar a tus rivales políticos de senderistas, farianos, emerretistas, etarras y Al Qaedas ya no vende, pues ese método fue utilizado justamente por el fujimontesinismo en los 90, por Toledo y también por García hasta el día de hoy. Y el resultado siempre fue a favor de los que ofrecen el cambio. Esta tan desacreditado el modelo neoliberal, por el desastre económico en el que viven las mayorías, que el pueblo sabio sabe que el que acusa, o sea la derecha, miente con el propósito de asustar.
Y la cultura del miedo para dominar es algo a lo que el pueblo le esta perdiendo justamente el miedo con el pasar del tiempo y con el trabajo de los que están en la trinchera del nacionalismo a la izquierda más comprometida. Los que temen ahora son los de la derecha. Saben que si se cumple la democratización del poder, el escuchar al pueblo y obedecer su mandato, el pueblo jamás volverá a mirar a la derecha como opción, como viene sucediendo en toda la América Latina donde las opciones progresistas ganan elecciones.
Y ante la desorientación, el ridículo está a la orden. Si vimos el año pasado a Lourdes Flores bailando al ritmo de Tongo, este año superaron su record. Mientras Ollanta jala a la izquierda, a la intelectualidad progresista, algunos neoliberales arrepentidos y otros no tanto, mientras al lado de Ollanta se colocan todos los que luchan por más derechos y mejor distribución de la riqueza, Keiko jaló a Tongo, el Chorrillano Palacios y al Puma Carranza. Y encima se va haciendo público que fueron por un pago. Ese es el problema con la derecha, creen que el pueblo aún es el que bailaba el ritmo del chino mientras ellos mataban y robaban y le quieren seguir faltando el respeto con payasadas.
Y claro, sus aliados políticos aparecen en escena. PPK, Castañeda, Mercedes Araoz y Juliana Reiner. O sea, el gringo aventurero que nunca renuncio a serlo, el corrupto ex alcalde, Miss Bagua y la microscópica candidatura, más para la anécdota que para la seriedad.
Todos sentaditos en la mesa de la casa de Keiko con cara de que los llevo de las narices la embajada gringa en el Perú. Ni un compromiso, nada de llamar a votar con alegría por la hija del ladrón y asesino, y de forma tardía claramente forzados.
Se saben perdidos.
Ni las patrañas bien pagadas de Jaime Bayly, ni los titulares de Correo y La Razón, ni el resto del periodismo de cloaca, que es una vergüenza mundial, han podido quebrar a las mayorías que han apostado por el cambio. Ese cambio que solo lo generaremos sin en vez de dar un cheque en blanco, vamos por más.
Ese cambio que no se da con varitas mágicas como algunos fundamentalistas de izquierda quieren y creen, imaginándose realidades que no hay, y creyendo que ser puro es andar fuera de la ruta y del camino del pueblo, esos que nunca entran a la cancha a jugar pero son los primeros en lanzar críticas a los que están jugándosela, esos que creen que ser vanguardia es pontificar sobre citas y no caminar con el pueblo para saberlo guiar.
Ellos confunden sus opiniones y de los que piensan como ellos con las opiniones y entendimientos de los más. Han hecho del marxismo letra muerta, del leninismo un funeral, que reviven a Mariátegui para negar lo que ellos no hacen y que han hecho de los grandes sucesos revolucionarios en el mundo un documental donde solo colocan las partes que más les gustan, las heroicas, las más radicales, así desfiguren el proceso de combinación de formas de lucha para la victoria.
Esos compañeros, si aún se les puede llamar así, son los que nos quieren dar dirección como Ho Chi Min o Fidel pero a los que nadie les hace caso. Esos extraños elementos que no militan ni en el club de su barrio, pero nos quieren decir a los organizados lo que tenemos que hacer. Esos que confunden su narcisismo y sus casi problemas sicológicos con dignidad y que llaman a votar viciado porque, que ¡bah!, ellos no se juntan con la chusma.
Lamentablemente anclados en discusiones de los 60’s, 70’s y 80’s, sin perdonarse ofensas que se van para sus bodas de oro, confunden su posición “digna”, con el comportamiento de las sectas que ni siquiera entran en casas de los que no tienen su fe.
Habría que pedirles, a estos disque comunistas, que vuelvan a leer y analizar el Manifiesto Comunista de Carlos Marx, el ¿Qué hacer? de Lenin o el 1ro de Mayo y el Frente Único de Mariátegui para que vean que los revolucionarios no huyen de los procesos del pueblo y jamás abandonan a este en sus luchas, por más que hayan elementos ajenos a sus intereses en estos.
Que diablos hubiera sido de las revoluciones en el mundo si los comunistas de esos países hubieran decidido que solo los comunistas debían pelear por todos. El 26 de Julio y sus alas derechas e izquierdas como recordaba el Che, los Mencheviques con los Bolcheviques, el Kuomitang y los comunistas chinos, unidos contra el enemigo común y luego de vencerlos ya la tarea es otra. Son todos los que no han entendido que las revoluciones las hacen los pueblos y no un grupo de dizque intelectuales.
Pero no, a estos señores el marxismo leninismo les parió en la biblioteca, en la mesa servida, en la ociosidad o en el pabellón de siquiatría, pero jamás en la lucha. Podrían decir algo así como si la realidad no me da la razón, la realidad esta equivocada.
Y me apena tener que dedicarles estas líneas a estos señores que no merecen que se les explique lo que ellos nos deberían enseñar por sus plateados cabellos y, espero al menos, por su experiencia en la lucha social.
Será por eso, sin duda, que esas opiniones son marginales entre obreros y campesinos.
Y se los dice un militante de una organización que esta ligada al trabajo con los campesinos cocaleros y votó viciado el 2006. Nuestra duda por lo de Madre Mía nos obligaba a eso. Más, y hay que saber reconocerlo, Humala a diferencia de los que violan derechos humanos y se van del país en busca de impunidad, se quedó, asumió el proceso y salió librado de las acusaciones.
Y entendemos que mientras aprovechemos los procesos electorales como una forma más de lucha, y solo así, sin confundir poder y gobierno, y aprovechemos que es hoy en elecciones la más alta época de politización para todos los peruanos, no podemos despreciar esta forma de lucha y mucho menos dejar de aprovechar para reafirmarnos como socialistas y revolucionarios. La Revolución, dice Fidel, es la ciencia del ejemplo y yo le creo. Como dice también el Che es imposible declararse revolucionario y serlo solo para las acciones heroicas y para las demás tareas, esas sencillas y silenciosas, ser mediocres o peor que eso.
Y esa insignia siempre la llevo encima.
Los tiempos no están para perderlos en discutir si el cielo esta celeste o azul claro.
Hasta la victoria siempre
Guillermo Bermejo Rojas.
