viernes, 2 de marzo de 2012

Susana, los revocadores y La Izquierda Wachiturra

Cuando uno miraba el inicio de la campaña de demolición contra Susana Villarán y las intenciones de los testaferros del PPC y Solidaridad Nacional (o sea del corrupto ex alcalde Castañeda y la incapaz de ganar una elección como Lourdes Flores) de revocar su mandato, uno pensaba que al menos tendrían la capacidad de no ser tan bestias como para que quedaran expuestas sus mediocres intenciones.

Yo miraba mi bandeja llenarse con los correos del grupo llamado “Demócratas Social Cristianos” (que de demócratas tienen lo que yo de rubio, de social lo que Dionisio Romero tiene de buena gente y de cristianos lo que Cipriani tiene de honrado) y nos pintaban la idea de algo más ciudadano al menos. Pero que va.

Marco Tulio Gutiérrez, ha dejado en claro el porqué tenemos la clase política más patética de América Latina, al tener la burguesía menos desarrollada del continente. Le faltó el compromiso a sus amos mencionados arriba y les sacó la vuelta. Las firmas bambas las tenían pensadas para arrumar y hacerlas pasar como parte del trabajo realizado pero fallido, y la intención final del bufón de la derecha era marketear su Instituto Municipal y quedarse con las monedas que le dieron por la chambita.

Las grabaciones dejan en claro, además, que jamás iban a presentar las firmas ante el JNE pues la mascarada llegaría a su fin y problemas de carácter legal se tendrían que comer. Así que tanto barullo, tan típico de nuestros políticos informales como los cómicos ambulantes, era por hacer negocios a costa de una campaña llena de mentiras contra la Alcaldesa de Lima.

Y claro, como la derecha no se cansa de bloquear el trabajo, el neurótico de Jaime Salinas hijo, no pierde la oportunidad de armar los escándalos que mejor se le vengan en mente, si está la televisión presente. Querer acusar del incendio de Mesa Redonda a la Municipalidad, cuando ésta mando cerrar ese antro donde justamente esos “empresarios” juegan en pared con toda la derecha para petardear a Villarán, realmente es sucio por todos lados que se mire.

Yo que trabajé hace algunos años en esa zona, puedo afirmar como existen prácticas laborales de 12 horas por 20 soles todo el día. Como prefieren tener estibadores que cargan hasta 3 veces su peso una y otra vez hasta romperse la cintura, por 5 soles, que contratar un camión que les lleve la mercadería. Como apilan contrabando hasta el último centímetro de los locales usados como depósitos sin ningún criterio de seguridad civil. Y como tienen abogados que aceitan con puntería en el Poder Judicial para que en nombre del “derecho al trabajo” levanten cualquier observación de las autoridades ediles. Es que lo sucedido en Mesa Redonda, luego del incendio que mató a cientos de personas, pinta de cuerpo entero que la vida les vale nada a algunos empresarios con tal de ganar dinero.

Castañeda y la revocatoria

Pero en esta campaña donde se confabularon mafiosos, la prensa de alquiler, los políticos de quinta categoría, el empresariado malandrín, se sumo también un sector pequeño de la izquierda, “La Izquierda Wachiturra”. Ya dice el viejo adagio que los extremos se juntan y esta vez no fue la excepción. Estos individuos a los que no los sigue ni el perro familiar son los tontos útiles de la derecha. Pequeños no solo de intelecto sino también de representatividad, ven gigantes donde solo hay molinos de viento, pero sin la gracia del Quijote. Y llegan hasta a afirmar que sería mejor que siga gobernando Castañeda.

Prefieren, fíjense ustedes, que vuelva el corrupto mayor, el que hizo caja chica para su campaña presidencial con el dinero de todos los limeños, tras 8 años de asalto al erario edil, que apoyar una gestión honesta. Y como cuando nada representas y eres un personalista a prueba de balas, te comes el amague que les tira la derecha y sus encuestadoras bambas: 80% rechaza la gestión y creen poder pescar en río revuelto. Y se tiran un paso.

Poco acostumbrados a crear, prefieren destruir para que todos vean que radicales que son. Wachiturros pues, bacancitos de esquina, palomillas de ventana cerrada, líderes sin pandillas y embelesados con su triste sectarismo. Bailan al ritmo de citas descontextualizadas, dan la vuelta y levantan las manos al compás de la ficción que tienen en la cabeza. Quieren la dictadura del proletariado desde la Municipalidad, pero ellos no representan ni medio sindicato. Creen hablar por las mayorías pero atrás de ellos está su manchita de lunáticos que se pueden contar con los dedos de la mano y sobran.

Su problema no está ya en el debate de los clásicos, ni en definirlos en algunos de los ismos, sino en el diván de un sicólogo. Inmadurez y la letanía de frases huecas se juntan para este conjunto de seres extraños que hace que les quede grande las palabras compañeros, camaradas y revolucionarios.

Susana no solo ha demostrado eficacia en el gasto público, gestión y honestidad. Se está metiendo en varios temas complejos que desde la época de Barrantes no volvimos a ver en la gestión edil. Exposiciones de los años de la violencia, el homenaje a José María Arguedas a plaza llena, la lucha de género, la conmemoración del brutal golpe de Estado del Fujimontesinismo, la apertura de los parques para la discusión pública, el arte y la cultura. Pero si fuese poco aprobado esta que este año se llame: “2012 Lima milenaria ciudad con memoria constructora de paz y justicia”.

Y con esto iniciar un importante aporte al debate sobre la violencia política que vivimos (este año se conmemoran 20 años del autogolpe, el asesinato de Pedro Huilca, el caso La Cantuta, la captura de Guzmán, el atentado de Tarata y el asesinato de María Elena Moyano entre otros) tan necesarios para esclarecer la verdad (tantas veces enturbiada por los medios, la derecha y los militares) y caminar hacia recuperar memoria y así obtener justicia y reparación para las víctimas. Y esto eleva el debate tan mediocre que padecemos a diario por parte de los politiqueros corruptos. Y esto se tiene que aprovechar para que las generaciones que vienen encuentren esos espacios de información, esos espacios por los que luchamos y que nadie le dejó a mi generación por ejemplo.

Y es precisamente este tipo de cosas las que marcan la diferencia y que hace que desde este rincón siga defendiendo a Susana Villarán. Se avanza a punta de honradez, aprendiendo autocríticamente, sin necesidad de comprar medios ni mediocres asalariados y con la agenda comprometida en valorar la lucha por los derechos humanos en el Perú. Y eso en un país donde la pus nos va desbordando es un gran merito.

Hasta la victoria siempre

Guillermo Bermejo Rojas.

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