martes, 26 de julio de 2011

Caso BTR: El espionaje en tiempos modernos

Ya Gustavo Gorriti en su libro “Petroaudios” como Raúl Wiener en su libro “Fe de Ratas” (ambas imposibles de dejar de leer) hacen una exhaustiva investigación sobre este caso que es el más sonado sobre espionaje telefónico, reglaje y de interceptación de correos electrónicos desde la caída de la dictadura Fujimontesinista. Yo pretendo dar mi punto de vista al respecto en mucho menos líneas aunque espero aportar algo a entender el porqué de esta costumbre de fisgonear los asuntos de los demás cuando a la vez se reclama libertad y democracia, respeto a los derechos y demás. Cuando se reclama que el libre mercado y comercio es el paraíso terrenal y la mano invisible que nos llevara a un mundo mejor.

El espionaje sucede en todo el mundo desde tiempos remotos. Colocar ojos y oídos por todas partes para estar adelantado a los demás grupos rivales data de tiempos inmemoriales y se dio y da en todo el planeta. No digo que esté bien o mal solo digo que así sucede. Los picos más altos de espionaje estuvieron en plena Guerra Fría entre el campo socialista y capitalista. Detectados disensiones o deserciones por el espionaje eran fusilados y apresados de una parte y otra, cuenta que no hay banderas para esta práctica. Y ambas partes reclamaban que una vez derrotada la otra esta y otras prácticas poco bellas desaparecerían.

Lo cierto que al caer el muro y el campo socialista y el grito de triunfo de los yankees se creyó que la CIA y sus similares no tenían ya cabida. Lo real es que no solo se repontenció el espionaje del gobierno de EEUU contra sus enemigos, sino que se aprovechó la información de los servicios de los derrotados para asegurarle larga vida al capitalismo en nuevas tierras. Lo que fue la KGB y demás son ahora mercenarios de los intereses de los gringos. Son los que se han dedicado a profesionalizar el mercado negro del tráfico de armas, tratas de blancas y narcotráfico en los pueblos de la ex URSS.

Lo mismo sucede en el tercer mundo. Los servicios de inteligencia no son otra cosa que apéndices de los intereses del imperio invasor y sus estrategias de espionaje sirven a esos intereses y por supuesto a sus corruptelas locales.

Dicho esto y regresando ya al caso BTR algo de lo que se ha dicho poco es que a esta empresa creada posterior a la caída del régimen dictatorial del fujimontesinismo se le han encontrado chuponeos de los 90’ cuando no existía. Tal vez es aquí donde podemos afirmar aquello que un sector de la prensa valiente denunciaba cuando se fue a revisar los equipos de interceptación telefónicas del ex SIN y no se encontró nada.

Era obvio pensar que el siniestro asesor y sus compinches, con Fujimori a la cabeza, no iban a tirar por la ventana estos equipos y la información recabada, sino más bien tercerizarlos en aquellas empresas disfrazadas de seguridad que aparecieron del 2000 para adelante.

Son más de una docena de estas empresas que han aparecido en manos de miembros en retiro de las Fuerzas Armadas y Policiales (sobre todo marinos) pero que cuentan con personal en servicio y civiles que han pasado por escuelas de “inteligencia” en el extranjero sobre todo Israel, EEUU y Colombia.

Por eso no sorprende que sean estos países mencionados los que estén pasando por denuncias serias sobre casos de chuponeos. En Colombia el ex Presidente Uribe pasa por su hora más negra por el caso de los “chuzados” (chuponeos para nuestra jerga) donde todo indica que él estuvo en primera línea de espionaje, recibiendo reportes y demás para tener un paso adelante ante sus eventuales enemigos, opositores y correligionarios.

Los propios EEUU tienen espiados a todos sus ciudadanos en nombre de la Guerra contra el terrorismo y en Inglaterra el caso del magnate de las comunicaciones Rupert Murdoch arrastra al Primer Ministro David Cameron en una vorágine de espionaje y chantajes que ya terminó por el cierre de uno de los periódicos del magnate en mención y del que el despelote político recién empieza.

El tema es que el chuponeo ha pasado de ser una actividad de exclusividad estatal contra supuestos enemigos externos e internos para también ser una actividad privada, como manda el credo neoliberal. Hoy estas empresas mencionadas arriba, con total impunidad, traen equipos de espionaje desde el primer mundo. Y Buffets de abogados, empresas nacionales y extranjeras compran información sobre cómo van las cosas que les interesan. Pero no solo ese tipo de actividades desarrollan estas empresas de espionaje.

En el Perú las empresas mineras por ejemplo solicitan trabajadores para una determinada rama. Y de cada cierta cantidad estas empresas les colocan uno que es sapo, espía, bocón o como lo quieran llamar. Ojo no estamos hablando solamente de ex policías o militares. Estamos afirmando que estas empresas reclutan a cualquier infeliz que se quiera ganar unos soles por dar información. Y ya entendemos de donde salen esos videos editados de reuniones cerradas de los sindicatos que tratan de poner contra la pared a los dirigentes sociales o como la empresa se entera con tiempo de anticipación de los paros, huelgas y demás medidas de fuerza de los obreros en lucha.

Claro, mientras la cosa es contra el pueblo organizado la derecha y el propio gobierno se da por agradecido y permiten que impunemente estas empresas de espionaje pongan su parte en las psicosociales cíclicos que arman contra dirigentes populares y políticos opositores. El problema que en un país como el nuestro donde la derecha no conoce escrúpulos para hacer negociosos el que te trae información sobre tus enemigos, también puede llevar información tuya a estos. Y este ha sido el problema.

Es por eso que García mando a sus chacales de la Policía a robarse y manipular los USB encontrados en BTR porque así como Fujimori y Montesinos necesitaron llevarse en maletas los videos que los inculpaban de sus mafiosos tratos, y con ellos seguir chantajeando a un sector de empresarios, medios de comunicación y políticos, necesita también García que lo que aparezca en las informaciones de estos manipulados USB incrimine a cualquiera menos a los suyos y por lo tanto a él mismo. Y que la otra carnecita que la tiene él la pueda usar igual que los mafiosos de la década infame.

CARLIN_grande031109

Y mientras estos casos se intentan judicializar para una sanción ejemplar (con mil trabas claro está), estas empresas de espionaje siguen haciendo de las suyas. Siguen trayendo nuevos equipos, pues cada avance tecnológico en telecomunicaciones les obliga a ponerse al día.

Es una obligación del nuevo gobierno ponerle fin a esta práctica abusiva y cerrar definitivamente estos centros de espionaje y extorsión.

Hasta la victoria siempre

Guillermo Bermejo Rojas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario