viernes, 17 de febrero de 2012

La captura de Artemio

La primera mentira que se cae de madura frente a la captura de Artemio, es que éste fue un operativo coordinado de las FFAA y policiales. Fuentes de estos órganos afirmaron, en primera instancia, que el líder subversivo del Huallaga había sido ametrallado por un francotirador en el tórax y que además tenía un pulmón perforado, y que estaba rodeado. Si así hubiera sido, esas heridas de fusil hubieran logrado la muerte de Artemio inmediatamente y no hubiera sobrevivido 4 días más.

Estas heridas, todo indica, fueron hechas por disparo de escopeta, que al dispersarse los perdigones lo hieren en ambas manos y en parte del cuerpo, pero sin ser letales, tal y como se puede observar a la llegada del arrestado en el aeropuerto policial.

El apuro de militares y policías en plantearse como ejecutores de la acción armada tiene que ver con los beneficios políticos (ascensos, premios, condecoraciones, etc.) y también económicos (5 millones de dólares que los gringos entregarían y un millón de soles del Estado). Lo que parecen desconocer los uniformados es que al menos en cuanto al dinero que los de la Casa Blanca pusieron por la cabeza de Artemio, como si estuviéramos en el oeste vaquero, se le entregaría solo a civiles que dieran coordenadas para la captura, mas no al Gobierno y sus instituciones.

La contradicción siguiente ocurre con la denominación del operativo: mientras el día jueves 9 de Febrero se llamaba “Crepúsculo”, para los días posteriores el operativo se llamaba “Perú”.

Lo otro que rompe los criterios de acción coordinada entre las distintas armas es que las tropas policiales y militares llegan al lugar 4 horas después de los sucesos. Artemio ha podido darse el lujo de ir a la posta médica en Santa Rosa de Mishollo, atenderse, llevarse a dos médicos y medicina. Esa posta médica se encuentra a menos de un kilómetro de un cuartel militar. Siguiendo la crónica, los militares han tenido que ir a dicha posta a preguntar por dónde se había ido Artemio y sus lugartenientes, para luego pedirle más detalles a los que transportan en canoas por las rutas fluviales.

Pero para derrumbar el mito de la operación combinada y trabajo de años, de la que los militares y políticos del ayer y hoy se quieren agarrar, el día domingo, horas antes de la captura de Artemio, el propio presidente Ollanta Humala anunciaba que el cuerpo abatido del senderista se encontraba al borde del río. Artemio estaba muerto para el gobierno.

Este desenlace me hace recordar al día que fue capturado Guzmán, exceptuando las jerarquías dentro de Sendero Luminoso. Fujimori andaba vacacionando, Montesinos desconocía la acción policial, Ketin Vidal estaba en su casa, Benedicto Jiménez estaba fuera del área de la acción y Miyashiro trataba de comunicarse con todos totalmente sorprendido, pues si bien la redada incluía la caída de mandos senderistas de importancia, no imaginaron que el mismísimo Guzmán estaba dentro de la casa de Surquillo.

Y aquí la situación es similar. Ollanta iba rumbo a Puno, los Ministros no estaban ni enterados y el Premier no dijo media palabra del asunto.

Captura de Artemio

Por otro lado en una entrega anterior (De Sendero a MOVADEF) explicaba que el continuismo de la política de Guzmán, esto es ser el azote del pueblo que se opone a lo que decida el “Partido”, con brutales consecuencias, debilitaba año a año a esta facción acuerdista. El asesinato de dirigentes opuestos a la política senderista en el Huallaga lograba que la inscripción voluntaria a las filas de Artemio sea cada vez menor y que la deserción, ante los abusos de quienes encabezan este sector, sea mayor.

A esto hay que sumar los errores en materia de seguridad que estaba cometiendo este Artemio. Hace algunos años, celebrando el ILA (Inicio de la Lucha Armada, en lenguaje gonzalista) habían caído varios mandos y correteados los alzados en armas sorprendidos en medio de una jarana que incluía decenas de cajas de cerveza.

Ya no quedan dudas que el que disparo a Artemio fue uno de sus propias filas. La pregunta que hay que hacer es ¿puede un disidente, solo, comprado o no, disparar con escopeta al líder sin la ayuda de un sector de su propia columna? Esto huele más a una reyerta entre sectores dentro de la columna del Huallaga, que a la Operación tipo Rambo que nos quieren hacer creer. Porque resulta poco creíble la idea de los “topos”, imposible porque resulta que, luego de dispararle a Artemio, hayan desaparecido en medio del monte.

Y es aquí donde quiero deslizar algunas ideas que me recuerdan operativos pasados.

Cuando la captura de Feliciano, y toda la parafernalia que la dictadura ofreció, se supo después que Feliciano les hizo creer a los que lo acompañaban que iban a tomar un poblado, cercano a Huancayo y que militarmente era un suicidio. La intención real era que ahí se entregarían como parte de la negociación de Guzmán con la dictadura, sin el conocimiento de las columnas senderistas. Feliciano al ver dudas en algunos de ellos los fue desviando por parajes donde serían aniquilados por militares encubiertos y el finalmente se entregaría manso y tranquilo.

Y aquí siguiendo el mismo tenor, Artemio sale semanas antes ante las cámaras pidiendo acuerdo de paz y amnistía general con las armas en las manos, luego que los del MOVADEF, también acuerdistas, con las manos desarmadas perdieran su pedido de inscripción ante el Jurado Nacional de Elecciones.

Entonces, al igual que Feliciano, Artemio hace una acción osada y toma Campanilla llegando en autos 4x4 y pintan el poblado muy cercano a las bases contrasubversivas en la zona. Este es el punto de quiebre. Aquí me da la impresión que algún sector más avispado de las huestes habrán sentido que la historia de Feliciano en el VRAE se repetiría y tomó cartas en el asunto.

Y tal vez tenga que ver con el trabajo que la propia policía de inteligencia indicó que se viene desarrollando desde hace algunos años desde las columnas de José en el VRAE, el ir a aniquilar a Artemio y tomar la zona. La torpeza policial consiste en decir que solo están mandando hombres armados.

¿Es posible mandar hombres armados, a un terreno virgen para ellos, solo para aniquilar al líder de la facción en disputa, sin hacer el trabajo político de campo antes? La respuesta es no.

Con lo debilitado que estaba Artemio desde hace años es una gran posibilidad que muchos de sus hombres armados vieran con mayor simpatía al sector que propugna la continuación de la guerra bajo otros paradigmas, con mayor potencia de fuego y sobre todo, con un accionar diferenciado y autocrítico al del genocidio gonzalista, que hace que lo que sucede en el VRAE sea opuesto a lo que está ocurriendo en el Huallaga, militarmente hablando.

¿Es la caída de Artemio el fin de Sendero en el Huallaga? Creo que es un golpe muy duro más no el fin. Las causas del levantamiento en estos tiempos como el criminalizar al pequeño productor de hoja de coca y erradicarle compulsivamente mientras los grandes narcos están blindados por las FFAA y policiales, la miseria de la vida en el campo, el olvido estatal de sus funciones como estado en la zona (salud, vivienda, alimentación, educación, etc.), darán en una zona que sabe lo que es vivir entre la violencia más militantes para la solución con armas de los problemas sociales.

Es probable que aquí y ahora en las filas divididas de Artemio estén debatiendo 4 caminos a seguir: a) continuar siendo la facción armada que pide amnistía general, acuerdo de paz para el camino a la desmovilización armada, b)irse de sicarios del narcotráfico, c)rendirse ante el Estado o d) reagruparse bajo el amparo de las ordenes de José en el VRAE.

Por otro lado es bueno verificar que esta vez se demostró que se puede detener a un alzado en armas sin la criminal política de asesinar a los rendidos. Si uno observa a Artemio cuando es trasladado en el helicóptero y ver como con cara asustadiza repite cual letanía que el es “comando” tiene una explicación que nada tiene que ver con el delirio por las heridas. En épocas de la guerra interna cuando a algún sospechoso de senderista se le llevaba en helicóptero era para que luego de ser asesinado, su cuerpo fuera tirado desde las alturas del vuelo a la espesura de la selva o al fondo de los ríos. Así que lo más probable es que Artemio sospechara que su suerte sería esa y quería recordarle a sus captores que el también fue parte de los uniformados y que estaría dispuesto a pelear contra Chile, para tratar de ganar simpatías.

Al gobierno Artemio le conviene más vivo que muerto, para evitar el papelón de mostrar una vez más al Estado peruano como un asociado mundial a las prácticas genocidas y las consecuencias internacionales que esto representa. Con la correcta utilización de la fuerza y de justicia se demostrará que jueces encapuchados, tiros de gracia o desapariciones son cosas de la peor parte de nuestra historia.

Lo lamentable es que ahora comenzará, desde la cavernícola derecha que gobierna y sus medios de desinformación, la versión peruana de la computadora del comandante fariano Raúl Reyes, que se titulará "el celular de Artemio" donde meterán a todo dirigente o autoridad que puedan para criminalizarlo, intimidarlo o chantajearlo.

Hasta la victoria siempre

Guillermo Bermejo Rojas.

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