sábado, 25 de febrero de 2012

Las Malvinas Argentinas y los países del ALBA

“…te han secuestrado América y amordazado tu boca y a nosotros nos toca hoy ponerte en libertad”. Rubén Blades, Buscando América.

La dictadura argentina para 1982 se caía a pedazos entre acusaciones de violaciones a los derechos humanos, torturas, asesinatos y desapariciones. Ni el campeonato mundial de 1978 que la FIFA realizó en el país de los gorilas y la picana eléctrica, en la que la selección peruana en un arreglo con la dictadura de Morales Bermúdez se “echó” dejándose ganar por 6-0 justo cuando los gauchos necesitaban ganar por encima de 4 de diferencia para pasar a semifinales, ni cuando los que gritaban goles de Kempes en el Monumental de Núñez se olvidaban que al frente otros gritaban por sus vidas, pudo tapar un país corrupto y criminal y al que económicamente la inflación se lo devoraba al 90% al año.

Y no tuvieron mejor idea, ya que los ingleses andaban despreocupados por territorios ocupados desde 1833, a los cuales les quitaron protección militar y naval para el año del conflicto, que recuperar las islas y con esto sostener el régimen.

Hay que señalar que este archipiélago de islas a las que conocemos como Malvinas y que los ingleses llaman Falkland desde 1764 estuvieron ocupados por todos los piratas imperiales de aquella época cuando europeos diezmaban poblaciones de la América Latina. Primero franceses (1764-1767) en Puerto Soledad, Ingleses (1765-1767) en Port Egmont, españoles (1767-1811) solo en Puerto Soledad. Luego en plena lucha de liberación americana entre 1811 y 1833 fue la Confederación Argentina quien tomó posición y a partir de 1833 nuevamente los británicos se hacen de las Malvinas, hasta 1982 cuando por menos de 3 meses Argentina toma militarmente la zona. De ese año hasta el día de hoy el Reino Unido usurpa este territorio argentino.

Volviendo al tema de la Guerra por las Malvinas, la dictadura militar tuvo pésimos cálculos, aunque al principio la causa por recuperar Malvinas tuvo mucho respaldo en la población.

Primero pensaron que los Ingleses al haber retirado sus buques y fuerza armada de la zona no regresarían a recuperar un archipiélago rocoso (así se pensaba en esa época)a 6 mil kilómetros de Londres.

Olvidaron que los ingleses, piratas por más de 3 siglos, son navegantes por excelencia y que 1982 era año pre-electoral y que una Margaret Tacher, golpeada en la opinión publica por la campaña, aprovecharía bien su sobre nombre de “Dama de Hierro” en la Guerra. Pero pensaron también que de suceder esto los EEUU cumplirían con el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, esto es, pensaron que los gringos, con quienes trabajaron coordinadamente el Plan Cóndor para masacrar revolucionarios del continente, cumplirían con este tratado que planteaba que cualquier país americano que tuviera un conflicto bélico con alguna potencia extra continental sería defendido por toda la América. Pero el imperialismo yanqui, copia mejorada del imperio inglés, prefirió jugar sus cartas en el bando inglés. En plena Guerra Fría con el bloque de países socialistas, los gringos no iban a ser tan idiotas de ponerse a disparar contra sus aliados ingleses miembros de la OTAN, así de simple. Si alguien espera ayuda de los hijos del norte frente a sus aliados de rapiña y ocupación, que espere sentado.

Es más, en la lucha en las Malvinas, Inglaterra tuvo en la Dictadura vecina, la de Pinochet, un gran aliado del que recibió apoyo en labores de inteligencia y que movilizó 20 mil hombres armados a la frontera para debilitar los flancos argentinos. Además autorizó que aviones de insignia británica sobrevolaran territorio argentino desde bases aéreas chilenas.

Y como resultado tenemos que mientras la Tacher se reeligió en 1983, la Junta Militar Argentina, encabezada por Leopoldo Galtieri en la guerra, en medio de denuncias de malversaciones de fondos con las donaciones del pueblo argentino para los soldados en plena guerra se tuvo que ir en medio de la repulsa popular el año 1983.

Esta guerra mostró lo peor de todos los bandos. Países vecinos como Chile dominados por criminales como Pinochet que nada les importó prestarse para el bando inglés contra la suerte de países hermanos como el pueblo argentino. Una Junta Militar que prefería mandar a jóvenes sin experiencia, aunque muy patriotas y valientes a una muerte segura frente a tropas entrenadas profesionalmente y con una potencia de fuego muy superior a la argentina. Un imperio en decadencia que sigue soñando que su época de expansión colonial regrese y el águila del norte que no siente el mínimo remordimiento de permitir que se viole territorio americano con tal de tener sus fichas bien cuadradas en el ajedrez imperial mundial.

ALBA

Las Malvinas son argentinas, están a 480 kilómetros de sus costas y los británicos las están usurpando. Riquezas marítimas abundantes, pastizales para la ganadería, pero ya comprobado es también que las Malvinas tienen yacimientos de petróleo y minerales importantes. Sin dejar de contar que su posición es geopolíticamente una amenaza para Suramérica en su conjunto al estar en manos de los socios menores de los yanquis que están desesperados por invadir cualquier país que tenga recursos naturales de importancia debido a la crisis de los países del primer mundo que se resuelven siempre metiendo mano a los países a los que pueden abusar militarmente.

Es por eso que la posición de Cristina Fernández, Presidenta de Argentina es cauta al respecto y su opción de resolver este abuso de los ingleses por la vía diplomática, pero de manera firme, ha sido bien entendida por esta América Latina que ya no es lo que fue a comienzos de los 80.

Y es por eso que en la reunión de los Países del ALBA se pasó de los papeles firmados a posiciones más de vanguardia. El Presidente del Ecuador, Rafael Correa propuso que hay que seguir el ejemplo de Uruguay y su Presidente José Mujica de no permitir que ningún barco con banderas de Malvinas inglesas toque puertos latinoamericanos. Y que hay que encontrar la fórmula para sancionar económicamente a Inglaterra. Propuesta que fue aceptada por todos los Presidentes del bloque del ALBA.

Aun más, Evo Morales, presidente de Bolivia, planteó que en la próxima reunión de los Presidentes en la Cumbre de las Américas, si no está en agenda el tema de las Malvinas y el bloqueo a Cuba, y si no se le invita a Cuba además, los presidentes del ALBA no asistan a dicha Cumbre.

Daniel Ortega, Presidente de Nicaragua, planteó que los cancilleres de los países del ALBA exijan a los funcionarios de la OEA que se les consultara sobre los temas a debatir en dicha Cumbre, pues no se podía estar secuestrados a debatir una agenda pagada por los yanquis. La hora en que Wall Street les pone la agenda de debate a los países de la América que se libera está llegando a su fin.

El Presidente de Venezuela Hugo Chávez, le advirtió al “imperio destartalado” que no se le ocurra ninguna aventura militar contra argentina, que estamos lejos de ser lo que encontraban en los 80’s.

Y nuestro Fidel, reapareció luego de la Cumbre del ALBA y declaró que “a los Ingleses no les queda más que negociar e irse… Es tan descarado lo que están haciendo, hasta han mandado un barquito, un destructor, un helicóptero con un príncipe que es piloto”.

Y es verdad, ver al Príncipe Guillermo (y eso de príncipes y reyes en pleno siglo XXI resulta anacrónico, huachafo y patético) dándoselas de conquistador ya que nada hace por la vida, excepto gastarse la plata de los trabajadores ingleses en puterío y medio, da un poco de risa y nauseas también. Sería mejor que se quede en su Palacio y que ayude a resolver la tremenda crisis que tiene en su “reino”. Y que se deje de joder.

Hagamos votos porque cada vez seamos más los que digamos no al colonialismo en el mundo, derrotemos a los invasores y nos convirtamos en un puño contra la cara de los imperialistas.

Hasta la victoria siempre

Guillermo Bermejo Rojas.

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