lunes, 17 de enero de 2011

Por la libertad de Pedro Condori y Antonio Quispe

‘’Me viene a decir la carta que en mi patria no hay justicia, los hambrientos piden pan, plomo les da la milicia’’.  La carta - Quilapayún

Y otra vez la Minera Casapalca de la mano con Fiscales corruptos y policías miserables de cómplices nos muestra los dientes. Esta vez no fue un paro, ni una huelga, ni un acto de protesta por lo que Pedro Condori, Secretario General del Sindicato, está preso. No hubo confrontación con la policía ni corte de carreteras, no hubo agitación ni volanteos ni un grito siquiera que pueda ser tomado como acto subversivo por los agentes de la injusticia nacional.

Resulta que esta vez por negligencia de la  Minera murió un trabajador en el socavón, en julio de 2010. Resulta que la Policía, tan rápida para hacerle caso  a la Patronal, corrió para recoger el cadáver sin siquiera autorización Fiscal, para que la explotación de obreros continuara. Y resulta que los obreros cuestionaron semejante irregularidad. Exigieron la presencia del Fiscal o al menos la autorización  de éste, para que supieran en qué condiciones murió su compañero explotado. Y ante dicho reclamo, la Policía pasó a retirarse.

Luego viene lo tragicómico. El Fiscal, que debe tener problemas mentales, a pesar de haber llegado a las afueras de la mina y de contar con la colaboración plena de los trabajadores y sus dirigentes  no quiso entrar para ver en los hechos las particularidades del deceso. Se encaprichó y se dedicó a despotricar contra los dirigentes, en especial contra Pedro Condori,  y listo, puso una denuncia por resistencia y violencia a la autoridad.  Y meses después Pedro Condori y Antonio Quispe (en ese entonces sub. secretario general) luego de venir a Lima para llevar los reclamos de los obreros a la minera  son arrestados en las afueras del local de la empresa y trasladados a requisitorias y luego a  la carceleta del Poder Judicial, y finalmente depositados en el penal de Huacho.

Es en definitiva el Sindicato de la Minera de Casapalca uno de los más fuertes y más decididos a hacer las tareas que la Federación Minera ya no quiere hacer: tener un sindicato combativo que no se ponga de rodillas ante los patroncitos, ni ante el Gobierno corrupto y vendido que si por ellos fuera tendría a los trabajadores con grilletes trabajando como en la Conquista. Y eso enerva a la familia Gubbins (dueños de la minera)  y hace que esta persecución descarada se dé mientras la Defensoría del Pueblo mira para otro lado.

Pero no cuentan estos hacedores de miseria, estos ladrones de vidas, estas rapiñas con apellidos extranjeros con que mientras más aprieten más nos unimos, no solo en el apellido del perseguido sino que vamos construyendo una solidaridad de clase que va más allá de este caso en particular. Que se vayan acostumbrando los Gubbins a dormir con bulla y ver su apellido  acompañado con las frases que más los representen porque a partir de hoy no permitiremos que ningún obrero sea criminalizado o apresado  o atropellado o, claro está, explotado.  Les agradecemos a los Gubbins por darnos en la yema del gusto. Cada lágrima de la hija de Condori o de la familia de Quispe le retumbará en el oído y se expresará en las paredes, en los volantes, en los pronunciamientos y en los gritos de los obreros por la libertad de los compañeros. Ya la suerte de los explotadores esta medida y pesada, más temprano que tarde se hará justicia no lo duden. Cada Fiscal mafioso, cada Policía corrupto terminará preso gracias a la lucha popular, no lo duden, algo de experiencia tenemos en encarcelar miserables. Si no pregúntenle al Chino rata. Pídanle más bien que les haga un espacio que para allá van.

Hasta la victoria siempre

Guillermo Bermejo Rojas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario