martes, 26 de abril de 2011

Sobre la traición y la mentira

En uno de los muchos coloquios no apristas que tuve con un compañero que aprecio mucho discutíamos sobre la definición de la traición en algunas de sus esferas y, se me vinieron algunos conceptos a la mente que quiero compartir con los que estimo y dirigirlo a los que seguramente se sentirán identificados.

Traidor es aquel que organiza a la juventud utilizando mentiras y falsas promesas para beneficiarse él y su cúpula en cualquier circunstancia; traidor es el que se opone a que sus demás compañeros piensen con cabeza propia y les impida fortalecer sus ideas negándoles estudiar a nuestros clásicos de la ideología social y popular; traidor es el que pretende quitarle galones a nuestro Amauta José Carlos Mariátegui inventando argumentos demagógicos para tratar de empequeñecerlo, diciendo además que su único logro fue escribir los 7 Ensayos; traidor es el que plantea al resto que nuestro poeta César Vallejo nunca fue un célebre comunista convicto y confeso por sus propias palabras históricamente demostradas, como si nunca hubiera escrito el Tungsteno, Trilce o Paco Yunque.

Traidor es todo aquel que anda diciendo que los que estamos en este lado, los malcriados por no aplaudir a la miseria del neoliberalismo, somos los culpables de espantar a las masas estudiantiles porque nuestro credo no les parece y evidentemente quisieran que nuestro verbo sea moderado, es decir que no les saquemos los trapitos a la derecha entreguista que por ahora nos sigue gobernando.

Traidor es el que pretende que nuestro evangelio, el histórico basado en la realidad y demostrado científicamente, cambie de ruta porque a ellos no les parece el que estamos siguiendo.

Traición es debatir de marxismo cuando ni en la mesa, ni en el auditorio está un marxista presente.

Traición es ofender públicamente a un compañero que se hartó de seguir en un espacio que poco o nada hace por transformar nuestra nefasta realidad, porque renuncia al miedo de hacer y no sólo de decir, como lamentablemente ocurre en algunos espacios, que gracias a Dios son pocos y se van desmoronando como consecuencia de esa aptitud, la cual reprocho, deploro y señalo.

Traición es tomar decisiones sin ser consultadas a los demás compañeros que integran el mismo espacio.

Traición es negarle a nuestra juventud la posibilidad que puedan ser protagonistas de los grandes e históricos cambios que nuestra Patria requiere con urgencia.

Es todo aquel acto que pone en riesgo la horizontalidad democrática de un grupo y se pierde la sinceridad y el respeto entre ellos como consecuencia de la omisión en la participación y opinión.

Traición es pretender cortarle las alas a los que quieren volar y arrancarles el verso a los poetas que quieren recitar con la verdad, es no dejar ver lo que escribimos, porque escribimos lo que vemos.

De esta forma, señalo y rechazo a los que tienen un doctorado en felonía, a los mismos revisionistas que nuestra historia felizmente ya sepultó, e invito a esa juventud rebelde por excelencia a que se sacuda del miedo para cambiar nuestra realidad y que no se deje sorprender por demagogos que te aplauden cuando estas con ellos, pero que te repudian e insultan cuando nos alejamos, a ellos con toda la humildad, firmeza y coraje los invito a debatir para que pueda bajar aunque sea un minúsculo grado su felonía; sólo falta que públicamente se autodenominen la quinta espada de la revolución mundial y que saquen su libro “De puño y letra, parte II”; a esos les respondo con el puño en alto como Mariátegui alegó en su Punto de vista Antiimperialista, “somos antiimperialistas porque somos marxistas, porque somos revolucionarios, porque oponemos al capitalismo el socialismo como sistema antagónico…”, y los revolucionarios verdaderos jamás se arrepienten de su condición de revolucionarios; comparto además un fragmento de nuestro Amauta J.C. Mariátegui del 1º de Mayo y el Frente Único “…las masas reclaman la unidad, las masas quieren fe y, por eso, su alma rechaza la voz corrosiva, disolvente y pesimista de los que niegan y de los que dudan, y busca la voz optimista, cordial, juvenil y fecunda de los que afirman y de los que creen.”

Hasta la victoria siempre

Lucho Trinidad.

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